domingo, 24 de mayo de 2009

Y vi salir el sol sentada en la azotea entre cristales rotos...

A Rebeca Jiménez la descubrí hará medio año, de casualidad no recuerdo como. Y aunque solo tiene un álbum monotemático como aquel que dice (amor no correspondido, amor desgarrado, amor roto...), vale la pena escuchar alguna de sus canciones.

La verdad es que si examinamos el conjunto no hay nada que llame mucho la atención (un pop bastante corriente y unas letras que están bastante bien pero que tampoco son una joya), pero muchas veces la situación que estamos viviendo en el momento que descubrimos una canción o un artista nos condiciona el sentido en el que captamos su música y sus letras. Y con Rebeca así fue la cosa, porque encontré frases entre sus canciones que me gritaban al corazón aquello que yo misma me quería negar; tal vez por eso, en el fondo, le tengo bastante cariño al lp.

La canción de hoy es una de las que más me gustan del cd, aunque no sea la más significativa para mi.
Mezclar Madrid y el amor, en mi opinión, es una combinación perfecta; la tristeza y la desesperación regadas con alcohol, en una historia que se puede interpretar de varias formas que yo me quedo con el típico "amor no correspondido" (os lo dije, yo y mis percepciones).




Me emborraché por ti
y todos me contaron
que te vieron triste

No soy capaz de hablar
no cabe en una noche
lo que yo te quise

Las cosas cambian
la vida mancha
cambiando el color

Anoche me bebí
un litro de mi vida
para ver tus fotos

Y vi salir el sol
sentada en la azotea
entre cristales rotos

Las malas rachas
siempre son largas
yo no puedo más

Y sigo aquí en Madrid
buscando alguna excusa
para estar más cerca

Sin planes sin saber
qué pasará mañana
si el dolor aprieta

Llorando por nada
perdiendo la calma
viviendo al revés

Todo lo que quise decir
y todo lo que dejo por ti
sabes que yo siempre creí
y sabes que te espero en Madrid


Rebeca Jiménez

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