martes, 26 de mayo de 2009

Todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende...

Terminé "La vida es sueño". ¿Por fin?

La verdad es que el barroco es un periodo que, por lo general, solo me gusta en la música; y la literatura española no es una excepción. Quitando del maestro Cervantes y su Quijote (que, para mi sorpresa, me acabó gustando) y de "El burlador de Sevilla" de Tirso por crear el mito de Don Juan, odio la literatura española barroca. Demasiada moral, demasiado retoricismo, versos recargadísimos, demasiadas cosas que lo convierten todo en algo demasiado lineal, que llega al punto del aburrimiento. (¿Se nota que es la parte de literatura en la que menos nota saqué y menos aprendí?). Pero he encontrado algo de este periodo que creo que "me ha gustado".

Por obligación expresa del profesor (dios sabe que, de no haber sido así, no lo hubiera hecho ni a tiros) me he leído "La vida es sueño" de Pedro Calderón de la Barca. Mi primera impresión fue bastante mala, pensé que no duraría ni un asalto y que terminaría por leerme un resumen para presentarme al examen. Comencé el libro: una mujer vestida de hombre, un "gracioso" salido de no se sabe donde y versos, muchos versos; aquello no había por dónde cogerlo. Seguí leyendo y empecé a entender la historia y, porqué no, a engancharme un poco a ella. Lo que parecía infumable se transformó a no serlo tanto, a acostumbrarse a esa forma extraña de hablar y a querer seguir avanzando en la trama. Y hace unos momentos, he terminado la transformación.

Se podría decir que sí, que me ha gustado el libro, aunque me haya costado un poco entenderlo por mi falta de costumbre de leer poesía barroca. La visión sobre el paso del tiempo, el batiburrillo de creencias e ideas que vemos a lo largo de la obra, la concepción sobre el destino y nuestro poder para cambiarlo, el tratamiento del ser humano como a un animal; para mí, son los puntos que han hecho que el drama me acabe gustando. Por lo menos ya puedo decir que me he leído una obra barroca entera.

Va a sonar a tópico, pero los versos que más me han gustado han sido el famoso soliloquio de Segiusmundo al final de la segunda jornada, pues resume muy bien una de las esencias de la obra.


Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?

Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.

Yo sueño que estoy aquí
de estas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.


Por si algún loco o loca quisiera, os dejo una dirección donde os podéis bajar la obra completa en pdf:
http://www.badosa.com/ebooks/p122/


NOTA MENTAL: Me prometo a mí misma leer más y más a menudo; he de culturizarme.

2 comentarios:

  1. Bueno...
    como no, a mi también me ha tocado leer este libro y bueno, no esta tan mal tienes razón...Al principio pierdes un poco el hilo de todas las cosas pero me di cuenta que hacia falta seguir para entenderlo un poco más...
    Bueno me ha gustado mucho tu comentario,pienso que has exprimido muy bien esas pequeñas cosas que mostraba el libro.
    besitos !

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